miércoles, 20 de mayo de 2009

Ejercitar los músculos.


Leo con interés hoy en el Norte de Castilla, una entrevista con Cristina Cruz, profesora de la Cátedra Bancaja de Jóvenes Emprendedores en la IE Universidad de Segovia . Desgrana con acierto los puntos que distinguen al emprendedor: entusiasmo, preparación, oportunidad, necesidad y capacidad de liderazgo. Sus respuestas aportan claves para ayudar a que los nuevos proyectos de empresa tengan éxito y para intuir por qué las empresas familiares sufren especialmente en los cambios generacionales. En otras entradas me he referido a ello desde distintos puntos de vista, y Cristina Cruz acierta en la diana cuando dice que el espíritu y la capacidad emprendedora no se heredan y que los sucesores deben formarse y aprender a generar valor o bien buscar un líder capaz de hacerlo y que un buen proyecto sigue siendo bueno incluso en tiempos de crisis.

De vez en cuando, hay empresarios segovianos que me comentan que sus hijos no se les parecen, que no tienen el espíritu que les mueve a luchar constantemente por la empresa como ellos han hecho y dudan de que su empresa se mantenga como hasta ahora. Muchos, con excelente criterio, han procurado que sus hijos adquieran la preparación que a menudo ellos no tuvieron y han incorporado los hijos al negocio para que lo vivan desde dentro y aprendan sus entresijos. En ocasiones, les han animado a tener otras experiencias fuera de casa, y mi apreciación es que siempre ha supuesto un enriquecimiento muy valioso.

Muy frecuentemente la siguiente generación ha traído innovaciones, incorporado las nuevas tecnologías, métodos de negocio o nuevas ideas para la comercialización y ha supuesto que negocios que de otro modo hubieran quedado obsoletos o desaparecido al hacerlo su fundador, se hayan ido adaptando o crecido a la par que los cambios del mercado y la sociedad. La mejora en la capacitación de los hijos sumada a la experiencia de los padres suele ser una excelente base y la clave puede estar en que la siguiente generación suele ser más flexible en sus planteamientos organizacionales y logre detectar los vacíos de liderazgo que puedan cubrirse con profesionales que sean capaces de llenarlos.

Creo que se puede afirmar sin temor a equivocarse que la gran mayoría de las empresas segovianas que hoy pueden considerarse consolidadas, han surgido del espíritu emprendedor de nuestros abuelos y padres, pero hemos de tener en cuenta a las personas que ahora inician la aventura de emprender sin tener detrás una historia familiar.

Ya sabemos el dicho de que el hambre aguza el ingenio. Las oportunidades sólo esperan a que alguien sepa verlas y se entusiasme con ellas y la innovación está omnipresente en la creación del tejido empresarial, pero al igual que ocurre con nuestros músculos, debe estar ejercitándose continuamente para que mantenga su volumen y esforzarse si queremos que crezca. Cada nueva idea puesta en marcha, cada mejora en un proceso empresarial, cada aporte que nos proporciona mayor rentabilidad, añade fibras que lo refuerzan.

Los nuevos emprendedores, además, lo están haciendo en sectores y con ideas relacionadas, en general, con negocios que no existían hace 50, 40, 20 ó incluso 5 años atrás y por ello es difícil que encuentren quienes les puedan transmitir experiencia en lo que atañe a la misión de su empresa y a muchos excelentes profesionales que ahora trabajan por cuenta ajena la crisis les animará a poner en marcha ideas surgidas de su propia preparación y experiencia.

Si pueden, y deben, ser receptivos a la experiencia colectiva acumulada durante muchos años por emprendedores de todo tipo, a los recursos de apoyo a la innovación y planes de ayuda y, sobre todo, al valor añadido que supone ser innovadores y enfrentarse al reto de creer en una nueva idea y ponerla en marcha, de la misma manera que muchas otras personas lo han hecho en el pasado.

Desde mi punto de vista, esto supondrá un importante salto cualitativo. Los nuevos emprendedores seguramente tendrán muy en cuenta en su Plan de Empresa aspectos como la organización empresarial, la planificación financiera, la responsabilidad social corporativa o destinar recursos para la innovación y cuando consigan llevarlo a cabo, todo eso puede suponer lo que marque la diferencia.

1 comentario:

  1. Coincido contigo( humilde opinión porque soy lega en casi todo lo que expones) en que la suma de tradición o experiencia y la innovación o nuevas miras de sus sucesores, suele ser una combinación excelente para el éxito.

    Y me quedo con una frase tuya: "Las oportunidades solo esperan a que alguien sepa verlas".
    Pues a agudizar la vista... ;)
    Un beso, Luis Miguel

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Luis Miguel Pascual.