Hablando con los amigos y conocidos, además de agradecerles los buenos deseos generales para con mi nueva andadura profesional, he podido comprobar que tanto mis explicaciones se adaptaban a la relación, más o menos personal o profesional, con cada uno de modo que, sin perder sinceridad ni veracidad, como que las respuestas y las interpretaciones de ambos lo hacían también de la misma manera. Y sin embargo, bajo todo ello subyacen de alguna manera una serie de premisas que quizá nos den algunas pistas acerca de cómo abordamos un cambio profesional.
La primera es que obviamente el cambio tiene que implicar una mejora en aspectos materiales como los que afectan a la retribución, coche de empresa, móvil, etc. La segunda es que uno debe tener la convicción de mejorar y esa sensación de "estar contento", de satisfacción con el cambio y aquí intervienen una multitud de factores.
Hace unas semanas en una conferencia Manuel Suarez, de Brain Trust, aportaba datos de un estudio empresarial en el que se indicaban las razones con mayor peso en la satisfacción laboral, entre las que, curiosamente, no se encontraba el salario, sino otras relacionadas con el desarrollo personal y profesional, la posibilidad de realización en ambos aspectos, la relación con los compañeros y compatibilizar con la vida personal. La retribución y los aspectos materiales, siendo muy importantes, no son los aspectos que tienen mayor influencia cara a la satisfacción de de una persona con su puesto de trabajo.
Fuente: Brain Trust
Tampoco el volumen, la carga de trabajo o el grado de responsabilidad en sí mismos son factores críticos, a menos que estén ligados con aspectos positivos o negativos que influyen de manera mucho más profunda y en función de la personalidad de cada uno y su respuesta al estrés laboral. Otros aspectos como la novedad, el impulso renovador que siempre se tiene cuando se aborda un nuevo proyecto profesional y hecho mismo del cambio puede que tengan también una influencia significativa.Todo ello debe servirnos para orientar estos cambios de manera positiva en el ámbito personal y tenerlo en cuenta a la hora de gestionar las personas que están ese proceso. El cambio siempre es conflictivo y angustioso, máxime en momentos como el actual en que los cambios son pocos, a menudo negativos y se ven con renuencia. Buscar y minimizar los aspectos negativos y hallar y reforzar los positivos aportará garantías de éxito.
Hola Luismi: Muy interesante esta entrada y el cuadro que aportas es muy explicativo acerca de porque los empresarios a menudo no son capaces de retener a las personas de talento. Te deseo suerte en tu nuevo reto profesional. ¿Qué estas haciendo ahora?.
ResponderEliminarUn saludo.