martes, 23 de junio de 2009

No es lo que cacarea.

El pasado viernes, participé como invitado en Radio Intereconomía, en un programa sobre innovación y empresa junto con Miguel Ángel González, Director General de Ontex Peninsular, Carlos Tejedor, Director de Dibaq Diproteg y Jorge Izquierdo, Director General de la Fundación ADE Europa.
Durante la conversación, charlamos desde las respectivas perspectivas y sobre todo de los conceptos que sustentan a una empresa innovadora. Me sorprende muy poco que todos apuntamos las mismas ideas básicas que coincidimos son claves respecto al tema y que intento resumir:
  • La innovación debe ser algo consustancial a la misión y filosofía de trabajo de la empresa.
  • Las empresas que innovan tienen mejores posibilidades de éxito y de adaptarse y superar tiempos difíciles.
  • Innovar no depende ni del tamaño ni del presupuesto de las empresas, y sí de las personas y de su talento.
  • El apoyo a las empresas en temas de innovación actúa como catalizador de la competitividad.
  • La curiosidad y el fracaso como elementos que nos hacen avanzar.
  • Las ventajas competitivas se han de hacer sostenibles a través de la innovación.
Según comenté en el programa, entre Dibaq, una empresa hecha a sí misma desde sus inicios familiares y que hoy cuenta con varios centenares de trabajadores, hasta Ontex, una empresa ya estructurada que se radica en el Area Industrial Europa de Valverde del Majano, caben los casi dos millares de empresas segovianas y me atrevería a afirmar que en más de la mitad encontraremos innovación de alguna manera y no pocas estarán a un altísimo nivel. Es sencillo, como dijo Miguel Ángel, si no te mueves, sencillamente no sobrevives.

Jorge Izquierdo apunta también algo no por conocido menos preocupante y es que los castellano-leoneses somos innovadores: cerca del 60% de la I+D+i española se hace en nuestra región y el incremento de la inversión en los últimos 10 años ha sido espectacular, se dedica nada menos que el 3% del presupuesto publico; y sin embargo, no somos capaces de explicar y de "vender" nuestra capacidad y logros de manera que parece que seguimos estando a la cola, cuando estamos entre las 5 primeras.

Esta afirmación coincide con mi impresión y, sobre todo, con la realidad que estoy encontrando en las empresas segovianas. Una gran parte están de una u otra manera desarrollando algún proceso que podemos calificar de innovador. Me encuentro pequeñas pymes familiares que se embarcan en pequeños o grandes proyectos sumamente novedosos; otras que compiten con éxito con empresas de mucho mayor calado a través de ideas innovadoras, mucho entusiasmo y no menos trabajo y emprendedores luchando por sacar adelante ideas que con toda seguridad les posicionarán en sectores emergentes o simplemente aprovechan nichos de mercado que otros no han detectado. Y la gran mayoría no suelen darle mucha importancia, creen que lo que están haciendo es "normal" e incluso me comentan que siente como una obligación el impulso de ser innovadores para poder mantenerse en el mercado.

Dice el refrán: "no es la gallina, sino lo que cacarea", y resulta que la nuestra pía más bien poco. Además de lo dicho, todos los que de alguna manera estamos en este ámbito tenemos que ponernos a la tarea de dar rienda suelta y publicitar lo que de verdad se está haciendo en Segovia y en nuestra región y conseguir estar en el lugar "publicitario" que nos merecemos por méritos propios. Una labor de difusión, e incluso una estrategia de márketing bien fundamentada, nos posicionaría como una de las regiones más atractivas y atrayentes para captar la inversión y el talento, dos cosas que en las empresas nunca sobran.

Aquí sí, lo importante es nuestra gallina.

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Luis Miguel Pascual.