lunes, 6 de julio de 2009

En mayúscula.

Con la ayuda de mi hijo ordenaba ayer unos documentos sobre I+D+i que me había llevado a casa para hojear con calma. Éstaba interesado y preguntó qué significa cada sigla así que aproveché para explicarle los conceptos básicos. En un momento de la charla, se quedó pensativo y dijo:
- Entonces, si la innovación es tan importante, ¿porqué su "i" se escribe en minúsculas?.

Parece que la innovación siempre ha sido la prima pobre de la "respetable" I+D y ello se refleja en muchos aspectos. Cuando hablamos de I+D nos referimos a Universidades, Centros Tecnológicos, grandes empresas con departamentos de investigación, programas gubernamentales o internacionales. Las cifras se refieren a la I+D+i en porcentajes sobre el PIB, pero no se desglosa cuándo hay de cada una.
Por otro lado, buscamos ayudas y para innovación apenas si encontramos algún programa destinado a "empresas innovadoras" que apoyan, principalmente, la incorporación de las TICs. Y cuando las empresas presentan solicitudes a veces obtienen como respuesta un: "eso es innovación, no I+D", como quien corrige a un niño.

Es cierto que la Investigación y Desarrollo e incluso la Innovación Tecnológica requieren disponer de recursos y esfuerzos que no están al alcance de la mayoría de las empresas y personas. En este sentido, la colaboración y las sinergias entre los diferentes actores son fundamentales para lograr éxitos. Difícilmente una pequeña o mediana empresa alimentaria, por ejemplo, podrá disponer de los elementos necesarios para desarrollar determinadas líneas de trabajo si no cuenta con la colaboración de técnicos capacitados, material adecuado y tiempo suficiente, pero sí que puede acudir a una universidad, centro tecnológico o similar.

¿Es la innovación entonces menos importante o menos necesaria?. Si nos guiamos de la definición que ofrece Wikipedia, Innovación es la aplicación de nuevas ideas, conceptos, productos, servicios y prácticas, con la intención de ser útiles para el incremento de la productividad. Aquí tenemos la primera clave: la innovación aplica los conocimientos. Si bien es cierto que la I+D los proporciona, no es ni mucho menos la única fuente. El conocimiento se puede y debe obtener de las actividades y procesos cotidianos. La segunda, evidentemente, es que transforma el conocimiento en resultados empresariales mensurables, es decir: beneficio.

La innovación está en la base de muchas de las iniciativas empresariales. El nacimiento de Apple Computer, por ejemplo, no surge de la I+D, sino de una idea innovadora sobre cómo utilizar elementos y tecnologías ya existentes. GAM aprovechó una novedosa idea de gestión de alquiler de maquinaria y Google arranca con dos amigos creando una base de datos de páginas de internet. La tan simple fregona es una ocurrencia de un español para aliviar el trabajo de su madre. Y podriamos seguir poniendo muchos ejemplos de todos los sectores económicos.

Además, innovar es una actividad "democrática" porque está al alcance de todos. Casi cualquier empresa puede incorporar aspectos innovadores en cualquier parte de los procesos empresariales y para ello únicamente es necesario conocimiento y mucho ingenio. El criterio básico que permite distinguir la Innovación es la existencia de un elemento apreciable de novedad y de resolución de problema. Dicho de otra forma, la Innovación aparece cuando la solución de un problema no resulta evidente para cualquiera que está perfectamente al tanto del conjunto básico de conocimientos y técnicas habitualmente utilizadas en el sector de que se trate y, sin embargo, se consigue resolverlo de un modo que, además, aporta valor añadido por su singularidad.

Innovar significa incrementar las posibilidades de éxito, algo que en los tiempos que corren supone la oportunidad de sobrevivir, y además puede ayudarnos a estar bien posicionados para cuando la situación remonte y sea necesario ser más competitivo y tener mayor capacidad de respuesta que los rivales ante la evolución del mercado.

Mi hijo tiene razón, debemos cambiar la "i".

5 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo.
    Algún amigo escribe I+D+I (todas mayúsculas) y creo recordar que en la norma UNE 166002 se dejó esa redacción. Puestos a ser cohrenetes, yo, que soy más radical, propongo usar i+d+I. No sé si servirá de mucho... pero al menos dejamos a cada sigla en su lugar.

    Un abrazo y suerte con la tarea.

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  2. Es algo así como el márketing de última generación...¿no? Ahora en los meses de verano es muy útil para llegar y comunicar lo que durante el invierno,por las tareas intrínsecas de las empresas, es más dificil. Estos meses son una excelente oportunidad para poner a punto eso que tenemos pendiente.
    Un saludo, y un abrazo.
    Yolanda.

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  3. Mmarín

    Me dejas loca, Luis Miguel...( en el buen sentido) Te prometo que contigo estoy aprendiendo cosas, puliendo conceptos que nunca imaginaría que fuesen así.
    Y sí, yo también pienso como vosotros: habría que cambiarla ;)
    Un beso!

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  4. Hola Yolanda.
    Me gusta lo del márketing veraniego. Si La Fuentecilla te ha servido para hacer un alto en el camino y dedicar un momento a la reflexión y a aportar con tu comentario, me doy por satisfecho, es algo que todos deberíamos hacer con mayor frecuencia. El blog es la escusa para tener un espacio de reflexión personal compartida.
    La innovación, o mejor dicho, el espíritu innovador puesto en práctica, es algo que sólo cuando te sientas a pensarlo te das cuenta de su importancia.

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  5. Viniendo de una chica innovadora como tú, querida Mmarín, es todo un cumplido.
    Muchos cafeses.

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Muchas gracias seguir el blog y especialmente por compartir tu opinión.
Luis Miguel Pascual.