domingo, 16 de mayo de 2010

Empujar desde dentro

Es curioso comprobar que los empresarios y emprendedores que tienen dudas acerca de si asociarse a alguna agrupación empresarial o sectorial son bastante numerosos, y también es fácil entender sus razones para no hacerlo. Aunque esta actitud es, por desgracia, general en Segovia, el emprendedor tiende especialmente a ser todavía más receloso y da la sensación de que prefiere arrancar su negocio por sí mismo y a menudo sólo toma de las organizaciones lo que estima puede favorecerle, (normalmente algo de asesoramiento, información sobre ayudas y poco más) y no profundiza ni exprime todas las posibilidades que pueden ofrecerle para arrancar o mejorar su empresa.

Hace unos días comentaba con Carlos Besteiro la necesidad de saber emprender con una "economía de guerra", haciendo referencia a la necesidad de centrarse en los aspectos esenciales del negocio, deshechando todos los aspectos supérfluos que añaden costes dificilmente soportables y que son los que descuadran las cuentas de la lechera. Dentro de esta perspectiva, casi nunca se contempla adscribirse a una organización sectorial, empresarial o similar, a no ser que reporte ventajas evidentes en financiación, facilidades o trámites o sea prácticamente imprescindible por otras razones prácticas.

La decisión de asociarse, se relaciona con el pago de una cuota; un dinero que casi todos los emprendedores prefieren no gastarse o emplear en otra cosa más necesaria para su negocio, y también se tiene una cierta visión de las organizaciones como entes movidos por intereses u objetivos que no siempre se comparten. El emprendedor siente a menudo que está en otra onda y que puede desarrollar su idea de empresa mucho mejor al margen del status quo o intereses que percibe como poco conectados con su visión empresarial. La AJE segoviana lleva tiempo predicando en el desierto de los jóvenes emprendedores para aglutinar un grupo numeroso de personas con inquietudes similares en el arranque o consolidación de sus empresas y aunque Angel Luis Llorente ha conseguido conformar un grupo entusiasta de jóvenes empresarios, y la idea está calando fuerte, una cierta sensación sigue flotando en el ambiente.

Entiendo, pero no comparto en gran parte las razones para quedarse fuera de las organizaciones y colectivos que representan a los empresarios y emprendedores. Pasado el momento inicial en el que la economía es primordial y unos poco euros pueden comprometer la supervivencia de un negocio, la pertenencia a organizaciones tiene que plantearse como algo inherente a la propia actividad empresarial.

Ahora bien, también es cierto que un gran número de los asociados lo están sin realizar ninguna participación o sin obtener retorno. La queja habitual que va desde el desconocimiento a la desidia, pasando por la falta de información o proactividad, deja a ambas partes mal paradas en cuanto a las prácticas empresariales o la eficacia de las organizaciones. Desde luego, ambas deben mejorarse, pero algunas de sus causas: la falta de proactividad de los empresarios; la visión errónea de que quienes sí obtienen retorno o participan se están "aprovechando" del colectivo o pensar que las organizaciones son entes funcionariales o lobbies para el manejo de intereses, deberíamos desterrarlas para siempre y centrarnos en que ambas partes hagan un uso racional de sus objetivos al agruparse y de los intereses que representan, y la mejor manera de hacerlo es desde dentro.

Por descontado que la participación activa significa un esfuerzo y que quienes, además, se atreven a ocupar responsabilidades estan asumiendo que han de dedicar una parte preciosa de su tiempo profesional a los cometidos que dicha responsabilidad les obliga, pero estar atentos, recibir y leer las informaciones y recursos que generan las organizaciones son tareas que todo empresario o emprendedor debería tener muy arriba en su lista de tareas.

Cada cual que tome su decisión, pero creo que la mejor manera es estar y empujar desde dentro, manteniendo una participación proactiva en todo lo que las organizaciones generan a su alrededor. En realidad, no es nada que no hagamos en nuestro negocio. Solo así conseguiremos sustituir la sensación de no estar convenientemente representados por la de estar integrados en un grupo con sensación de pertenencia, espíritu de cooperación y transmitiremos adecuadamente y a través de los canales más efectivos nuestras necesidades y expectativas, al tiempo que aprovecharemos todos los recursos y oportunidades que nos brindan para desarrollar nuestros negocios.

domingo, 9 de mayo de 2010

Distinguir entre las voces.

Los domingos abro El País Semanal por la parte de atrás y busco la página de Almudena Grandes. Me enganchan sus pequeñas historias, tan cotidianas, tan bien contadas y cómo es capaz de redondearlas en tan pocas líneas. Hace un par de semanas me llamó la atención "El oficio de escribir", tan a cuento con el día del libro y aparentemente sobre la piratería que también afecta al libro, pero que en realidad es una reflexión bastante amarga de cómo todo lo que rodea al escritor y el negocio que genera y que le permite vivir de sus palabras, está cambiando de un modo tan radical que, en realidad se puede extrapolar a muchas de las realidades empresariales actuales. Y hoy, leo una noticia en la que Obama critica los dispositivos electrónicos, por la presión y la dispersión que la información ejercen sobre nosotros y la sociedad que me ha hecho recordar el otro artículo y reflexionar hacía dónde vamos y si podemos de alguna manera controlar el proceso.

Por desgracia, coincido con Almudena Grandes en que los cambios que se están produciendo en los sistemas de muchos negocios están produciendo revoluciones tan radicales que posiblemente harán desaparecer, incluso el propio modelo de negocio. Pensemos por ejemplo, en la Enciclopedia Britanica, el Larousse o la española Espasa que seguimos teniendo en casa, y que hace no muchos años eran la referencia para cualquier consulta. Hoy la referencia es la propia Red y, como bien señala Obama, la educación es clave para saber distinguir entre las voces.

Que el mundo y los sistemas de referencia han cambiado es evidente y se alzan voces criticando que nos empeñamos en seguir utilizando los mismos referentes en marcos en los que ya están desfasados. Pero ¿realmente los cambios son tan importantes?. ¿Hemos de subirnos ya a la marea que viene o podemos esperar a ver por dónde van las primeras olas?.

No comparto con Almudena Grandes que el escritor vaya a convertirse en poco menos que un esclavo de la venta al por menor de sus escritos en un mercado atomizado y competitivo, pero es cierto que el proceso de cambio ya se ha iniciado, aunque no sepamos claramente hacia dónde vamos. Quizá haya gurús o personas mejor informadas o con capacidad de avizorar más allá que puedan darnos pistas, pero no siempre aciertan, así que de momento la mejor recomendación es que debemos tener los ojos muy abiertos e intentar tener también la mente abierta. Ejemplos como el último libro de Jeff Jarvis Y Google ¿cómo lo haría? pueden ayudarnos a comprender cómo una nueva forma de pensar o de abordar determinados problemas saca partido de las posibilidades de la tecnología, la información contenida en Internet o los contactos de las redes sociales.

Desde luego que quien consigue atisbar las tendencias, a menudo puede sacar un enorme provecho. Si sabemos prever lo que va a ocurrir o dónde vamos a ir a parar, podemos discurrir cómo llegar hasta allí, pero por el camino seguramente seremos tentados por muchas voces de sirena entre las que nos tocará distinguir las que llevan a buen puerto. Mientras tanto, estar atentos, utilizar con inteligencia nuestros recursos, educación y formación y saber discriminar la información relevante, dedicando tiempo a su análisis, también debería proporcionarnos ventajas competitivas.

PD: Gracias a todos lo que habéis contactado conmigo durante el último mes interesándose por la ausencia de entradas, debido a diversas razones simplemente no he dispuesto de tiempo suficiente para escribir con la calma y reflexión que me gusta, agradezco la amabilidad y me anoto las sugerencias de incluir de tanto en tanto entradas más cortas o más inmediatas.