Una de las conclusiones del Encuentro Empresarial organizado por FES: "Oportunidades de negocio en torno a Segovia 2016", que tuve el agrado de moderar hace unos días, ha sido constatar que las empresas piensan que Segovia es una marca que vende.
Segovia, afirmaron los empresarios participantes de muy diferentes sectores, es una marca de prestigio en todo el mundo y las empresas que la asocien a sus productos, servicios, acciones comerciales o empresariales, verán potenciada su propia imagen corporativa o sus marcas comerciales al asociarlas a la imagen de Segovia.
Opino que esta conclusión es más importante de lo que a primera vista pudiera parecer y que tiene varias implicaciones a las que haríamos bien en darle vueltas para intentar sacar partido a las oportunidades que pueden ofrecernos. El propio encuentro ofreció a través de las interesantes opiniones de los asistentes, algunas de las claves para interpretar cómo.
La primera es que la marca "Segovia", como cualquier otra marca, no es estática ni inmutable, sino flexible y dinámica y se va creando día a día a través de lo que hacemos y de cómo se percibe. El ímportante peso de la propia ciudad, sus monumentos y sus indudables atractivos, tienen la contrapartida de que saturan y llenan a corto plazo. Hay que ir creando nuevos contenidos que supongan atractivos adicionales para que la marca "Segovia" se asocie también con la novedad, con el interés siempre cambiante y múltiple y con el aura de vanguardia, cultural y en otras áreas- Y esto abarca mucho más que el turismo; afecta a todos los sectores económicos provinciales.
La segunda es que esos contenidos necesitan el impulso de la iniciativa pública para ponerse en marcha, pero que es la iniciativa privada, las empresas, quienes deben hacerlas suyas y aprovecharlas como oportunidades de negocio para darles el impulso definitivo. Y cuando la empresa las pone en marcha, se crea una corriente que las retroalimenta de manera que se potencia todo el proceso y arrastra a sectores adyacentes.
Es en este sentido en el que los presentes tomaron conciencia (por cierto, ese era uno de los objetivos al organizar el encuentro) de que Segovia 2016 no es sólo una iniciativa del Ayuntamiento, sino un compromiso de toda la sociedad segoviana y muy especialmente de su tejido empresarial, en el que tiene que infiltrarse poco a poco hasta que ambos impulsos se hagan indistinguibles. Como bien apunto Nuria Preciado, la Segovia del futuro estamos empezándola a construir ahora mismo. Si sabemos qué qúeremos ¿porqué no empujar para lograrlo?.
Puede parecer comprensible, aunque no sea lo deseable ni mucho menos, que mientras el proyecto de Segovia no pase el primer corte, allá por Octubre, los apoyos sean tibios. No lo es tanto que las empresas no aprovechen para pensar e intentar descubrir las opciones para colaborar con la promoción de Segovia 2016 (algo tan simple como incorporar el logotipo a nuestra actividad empresarial puede multiplicar la difusión de la candidatura) y al tiempo para generar oportunidades de negocio, directo, indirecto o de aprovechamiento del tirón de la marca "Segovia" como impulso empresarial.
El ambiente que se respiraba al finalizar el encuentro, no daba lugar a dudas de que es uno de los trenes que Segovia no debe dejar pasar y a los primeros que tenemos que vender Segovia es a nosotros, los segovianos.
Placer y felicidad son incompatibles
Hace 4 años
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Luis Miguel Pascual.