martes, 29 de diciembre de 2009

Más manzanas.

 
Me encanta la fruta y siempre me han gustado especialmente las manzanas. Recuerdo el sabor de aquellas reinetas enormes del manzano del patio de Antonio y Manoli, con esa pulpa que se ennegrecía nada más morderlas y dónde encontrar una que no tuviera gusano era casi imposible, a pesar del DDT. Yo suelo llevarme una manzana para comer a media mañana, como acabo de hacer ahora en una pausa frente al ordenador que, por cierto, no es un Apple, sino un PC.

Aunque he simultaneado el trabajo en ambas plataformas y aunque la McIntosh no sea mi variedad de manzana preferida, admito mi afición por los productos de Apple. Mi primer contacto con un ordenador fue con Basic en un Comodore 64; en 1985 descubrí  un Apple 128K y en Tridimensional Diseño incorporé un Macintosh II ya en 1989. Por ello y por mi interés por la tecnología en general me gusta estar atento a las novedades que vienen de Cupertino.

Desde hace tiempo, (varios años o incluso más si tenemos en cuenta el pionero Newton), se viene hablando del esperado "Tablet" de Apple y de hecho parece que el IPod o el IPhone serían unos primeros desarrollos, a los que un inteligente Steve Jobs y su equipo, han sabido sacar un enorme partido, pero estos días las noticias se han disparado ante los insistentes rumores de una inminente presentación de lo que parece se llamará ISlate, algo así como I-Pizarra. (*)

Steve Jobs es un visionario y, sobre todo, un líder capaz de poner a trabajar un equipo, -eso si, de primer nivel-, y a empresas y equipos externos, en pos de materializar sus visiones y aprovechar las sinergias como nadie para colocar a Apple en la primera línea de la tecnología aplicada. Lo verdaderamente fascinante del binomio Jobs-Apple no son sus ordenadores, ITunes o el deslumbrante IPhone, sino la "filosofía" que sustenta todos sus desarrollos, porque si hay algo en lo que Apple es un ejemplo excepcional es en su orientación al usuario.

Pretendimos hacer un ordenador tan fácil de manejar como una tostadora, dijo Jobs al presentar el Macintosh. Es decir, los procesos tienen en cuenta al usuario y aunque las aplicaciones o el sistema operativo sufran cambios, a veces radicales, no afectan a los usuarios más que mínimamente y no se sufren los inconvenientes de otras plataformas, salvo que utilices funciones avanzadas, lo que no hace la gran mayoría. Las noticias sobre el ISlate vienen acompañadas de referencias a una batería de patentes presentadas por Apple en los últimos meses que prometen revolucionar el modo en que interactuamos con los dispositivos electrónicos, de manera similar al que supuso en su momento el interfaz GUI de ratón+iconos del Lisa y el Macintosh.

Las patentes que más me llaman la atención se refieren a avances muy inteligentes en la tecnología multitouch o multitáctil que gestiona el manejo de dispositivos directamente con uno o varios dedos y la mano y en cómo reconoce y reacciona ante los gestos habituales de las personas y no al revés, (es decir, no es el usuario quién debe aprender a hacer determinados gestos cuyo reconocimiento está pre-programado) y que proporcionan retroalimentación en el manejo, como una pequeña vibración o resalte de la pantalla cuando se pulsa una tecla virtual, es decir, una sensación táctil que transmite al usuario el reconocimiento de la acción solicitada y que ésta se ha hecho, de manera similar a cuando pulsamos físicamente un botón o en el teclado convencional. Viendo las dificultades que muchas personas normales tienen para aprender a manejar un ratón o comprender el sistema jerárquico de archivos, por citar lo más básico, parece que cada vez está más cerca el momento en que cualquier persona podrá manejar un ordenador de manera intuitiva sin apenas tener que aprender reglas de manejo.

Apple y Jobs llevan más de treinta años en la vanguardia de la innovación aplicando reglas muy simples, pero enormemente efectivas, que aportan valor añadido y que podemos resumir en:
  • Aumentar la investigación aplicada, utilizando todos los medios humanos y materiales para avanzar en el desarrollo y evolución de los productos y servicios que conecten directamente con las necesidades y expectativas de las personas.
  • Reforzar la capacidad tecnológica, incorporando o generando en la mayor medida posible los nuevos avances.
  • Mejorar y renovar los productos, procesos, servicios y modelos de gestión, de un modo constante con el objetivo de estar por delante de la competencia y a la cabeza del sector.
  • Incrementar las capacidades de marketing y distribución, haciendo hincapié en cómo proporcionamos a nuestros clientes y usuarios los valores añadidos que quieren y pueden utilizar y haciendo que estén disponibles.
  • Estar comprometidos con la eficiencia y el aseguramiento de la calidad, haciendo de ellas virtudes asumidas de forma individual y colectiva e impulsadas desde arriba.
  • Impulsar la dimensión de la empresa, entendida como la verdadera misión de servicio que guía su desempeño.
  • Promover el desarrollo del talento personal, de la capacidad de crecimiento y el potencial transformador que las personas tienen dentro de la empresa al desarrollar plenamente sus capacidades.
Todavía muchos empresarios piensan que las organizaciones y valores tradicionales son las que permanecen, pero nada más lejos de la realidad. Las organizaciones flexibles, con estrategias adaptativas e innovadoras son las que sobreviven en un entorno tan cambiante como el actual. Es más, algunas empresas están modificando ese entorno y alterando las reglas, creando nuevas condiciones en las que pueden evolucionar libremente al ir por delante de la competencia.

Una empresa innovadora se caracteriza por su actitud y su fuerza, por que evoluciona con el tiempo y tiene una mente abierta, lo que le permite ver vías, beneficios y oportunidades en su entorno que otras no atisban. Es evidente en papel que Jobs juega como principal motor de la innovación en Apple y aún lo es más como ejemplo de lo que una dirección que potencia la innovación significa para cualquier empresa. Además, cualquier empresa, no importa su tamaño, puede decidir si apuesta por una estrategia de desarrollo de sus propios productos, servicios o tecnologías; que los adquiere o incorpora como estrategia de negocio, o mezclar inteligentemente ambas opciones. La ventaja competitiva de una empresa es mayor cuando se basa en recursos de conocimiento propios, pero los acuerdos,sinergias y colaboraciones también pueden reforzar sustancialmente nuestra posición.

"One apple a day, keeps doctor away"; Una manzana al día y no necesitarás al médico, dice el proverbio ingles. Aplicar las recetas de Apple en nuestra empresa también beneficiará nuestra salud empresarial.

(*) PD: Como siempre Jobs sorprendió a todos y finalmente el aparatejo se presentó con el nombre de Ipad.

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Luis Miguel Pascual.