martes, 17 de marzo de 2009

Hacia lo más alto.

Esta vez no se anda con chiquitas y Francisco Monedero emprenderá el asalto al Everest. No se puede menos que admirar a Paco por su tesón y presencia de ánimo y por esa constancia de hormiguita que le hace conseguir que muchos pocos hagan un mucho y que la colaboración de muchos segovianos le suban a hombros, al menos hasta el campamento base.

Desde allí, mirará la cumbre la noche antes del asalto y, mientras se toma un te caliente, pensará en la emoción que sintió al coronar el Gasherbrum II; luego en los cien metros que le faltaron para el Cho Oyu, y después se dirá que la montaña sólo es esfuerzo y que cumbres mucho más difíciles ha superado en la vida, de esas que siempre se suben sin oxígeno.

Paco conoce el éxito de hacer cumbre y lo que es mejor aún, conoce bien lo que es no coronar, -que no significa fracasar, porque sólo fracasa quien no lo intenta- y estoy seguro que cuando prepare el material, y coloque cuidadosamente en la mochila las cenizas de su hermano Curro, bien arropadas entre las banderas de sus patrocinadores, sólo tendrá en la cabeza llegar arriba, para llevar a su hermano hasta lo más alto, casi, casi, al cielo mismo.

Seguro que desde allí se ve hasta Segovia, por lo menos.

1 comentario:

  1. Bonita historia...Ojalá logre coronar la cumbre como homenaje a su hermano.
    Nuestras fuerzas para él.
    Un saludo Luis Miguel.

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Luis Miguel Pascual.